Ella dormía en sus brazos por la noche, le gustaba, por lo tanto mentía en su casa para quedarse más tiempo con él... sus padres acostumbrados a sus mentiras ya no le preguntan donde pasa la noche ni con quién...

Reno empezó siendo una aventurilla sexual de aquellas que una mujer se hace para sentirse mayor, independiente, sin ataduras, pero que terminó por envolver a ambos en desesperadas ganas de volverse a ver, de tenerse, de hablar, de estar en contacto...

Se enamoraron y todo parecía color de rosa... pero como siempre en estas historias, siempre algo no está del todo bien, ese algo que le da sazón a la relación, que hace que tengas ganas de apretarte contra el pecho de la otra persona y volverte uno.

Ese desbalance, que hace que aprietes su cara y le pidas por favor "no me olvides", "amame", "Tócame" pero al final todo termina en "vete"

En pocos meses el habia logrado decifrar sus rostros, sus miradas, sus gestos sus preocupaciones y limitaciones, habia aprendido a sacarle celos, a seducirla al maximo, a tenerla dominada por completo...

Él sabía que si ella lo dejaba, no iban a pasar ni unos cuantos meses para que regrese a su lado, no importaba lo miserable que eran, siempre iban a estar juntos.

Y asi fue que ella se marchó, conoció otros rostros, otros besos, otros amores, pero cuando era el momento ella debía volver con él, para continuar desde el punto en el que se habían quedado.