Divina
Carla, a sus 15 años, estaba sentada en la terraza mirando al jardín, en donde se encontraban su madre y sus amigas, Carla las observaba detenidamente a cada una de ellas, preguntándose como se vería ella a esa edad.
Se concentró especialmente en Marita, una cincuentona divorciada, con buena suerte en los negocios, mala, muy mala en el amor. "yo quiero ser como Marita" se repetía Carla una y otra vez... "me caso una vez, si dura bien si no, normal. Tengo un hijo, hago fortuna y me dedico a recorrer el mundo cada 6 meses, probablemente encuentre algún amor pasajero en mis viajes"
Marita se había casado con un empresario guapo y reconocido, que le sacaba la vuelta con cualquier huevona que se le cruzaba enfrente.
Carla sacó su cuadernito de apuntes, iba a tomar nota de lo que quería para nunca olvidarse. Lo primero que escribió fue "¿Por qué los seres humanos somos tan malos?" Esta frase se unió a las siguientes frases.
1. No enamorarse hasta los 30
2. No tener hijos hasta los 30
3. No tener más de 10 parejas sexuales
4. No besar a más de 50 chicos
5. Que crean que me cazan y no que yo los cazo..
6. No quiero vivir para joder la vida de los demás, pero a veces eso es inevitable.
7. Evitar enamorarse del que solo quiere una relación sexual.
8. Enamorarse del que quiere todo contigo.
9. Nunca atarse a nadie que no quiere que lo aten.
10. Querer por sobre todo a los hijos que alguna vez tenga.
También tenía un listado de tipos de personas que iba conociendo como... el romántico, el llorón, la exhibicionista, el prostituto, la vedette, el fumón, la promiscua, el trofeísta, el adicto al poder, la bonita, la simplona, la malvada, la madre....
Disfrutaba de las cosas mínimas, como el sol que entraba por la ventana de su cuarto, el color de los árboles en verano, el olor de las flores en primavera, el sonido del mar por las noches, la risa de su padre, el silencio de su madre...
Considero que estas pequeñas cosas son las que realmente importaban en su vida, asi que quitó las ventanas de su cuarto, esperaba siempre ansiosa el verano y la primavera, prefería el silencio por las noches para poder escuchar el sonido del mar, se concentró en hacer reir a su padre y a no sacarle ni una palabra a su madre...
Y así fue que el tiempo pasó.