La chica que no despertaba pasiones
Cuando cumplio los 15 años sin haber besado a ningún chico C, se dió cuenta que algo andaba mal, sin tener ninguna historia que contar a sus compañeras de clase, comenzó a inventar relaciones amorosas que terminaban fatídicamente o luego de que su padre se enterara de sus encuentros clandestinos.
Por el contrario C, no tenía una vida tan alucinante, pasaba sus días viendo televisión, esperando la llamada de alguna amiga que contara cuentos verdaderos de amor.
Al cumplir los 19 años conocio al primer chico con el que estuvo, se llamaba Jesús, como un salvador llegó a su vida, para enseñarle a besar, a amar, a sentir, y todas las cosas que a su edad las demás chicas normales ya hicieron.
4 años duro la relación entre C y Jesús, años en los que él había preferido mirar otras mujeres delante de C, lanzar comentarios y piropos a amigas en cara de C.. ella por supuesto se harto y decidió cortar con la relación.
No volvió a tener ningun novio, a la edad de 38 años, vivía aún con sus padres, sumergida en las redes sociales, dejando los trabajos en los que estaba porque no le gustaba el horario, la comida, la jefa o la hija de su compañera...
Su aspecto extraño, que incluían lentes grandes, pelo corto, sobrepeso, su senos pequeños caídos, la hacían parecerse a un ser asexuado, no definido, fea como hombre y fea como mujer